Desde la institucionalidad privada del Departamento de Risaralda manifestamos nuestra profunda preocupación respecto a la Circular N. 012 del 16 de diciembre del Fondo Nacional de Vivienda, mediante la cual se comunica el agotamiento de las coberturas a la tasa de interés, así como la suspensión de las preasignaciónes y de nuevas postulaciones al subsidio MI Casa Ya.

Es importante resaltar que Mi Casa Ya ha sido el programa más exitoso en permitirle el acceso a hogares de bajos ingresos acceder a una vivienda formal, siendo referente internacional. Desde su lanzamiento en 2015, se han beneficiado más de 358.000 hogares, representando la generación de por lo menos 1,3 millones en empleos, así como una inversión privada por cerca de 50 billones. Adicional, es importante resaltar que el 80% de los beneficiarios del programa han sido familias que ganan menos de 2 salarios mínimos, los cuales han visto un incremento en sus ingresos por alrededor de un 25%.

Por su parte, la reactivación económica ha sido una apuesta de este gobierno, reconociendo al sector de la construcción como un gran aportante al PIB de manera directa e indirecta por la gran masa de sectores que éste permea. Así mismo, el sector de la construcción es uno de los grandes lideres en materia de generación de empleo, así como de atracción de inversión extranjera. Sin embargo, el PIB de edificaciones completa 5 trimestres en caída consecutiva, teniendo en cuenta la desaceleración económica que ha tenido el país, así como el ambiente de incertidumbre y la fuerte disminución de entrega de subsidios como se explica a continuación.

Desde su creación, se había mantenido un promedio de entrega de 70.000 subsidios por año, sin embargo, desde hace 3 años se ha visto una disminución considerable, llegando hasta los apenas 20.000 subsidios que se proyectan entregar para el 2025.

Con base en lo anteriormente expuesto, hacemos un llamado a garantizar la continuidad de los subsidios y coberturas de los hogares que ya tenían previsto la recepción de los mismos, así como a revisar las decisiones adoptadas, teniendo en cuenta su impacto en materia social y económica. Son aproximadamente 40.500 hogares de bajos ingresos que verán un incremento de cerca del 30% en sus cuotas hipotecarias, con lo cual será más lejana la opción de acceder a una vivienda propia digna. De igual forma, esta decisión hace más compleja la consolidación de una reactivación económica nacional, yendo en detrimento de la generación de empleo y generando mayor incertidumbre a la inversión.